Revolución Sexual: Disfrutando del Sexo seguro


 Hay quienes tantean que el movimiento de liberación femenina comenzó durante la Revolución Francesa (allá por el año 1789), cuando las mujeres se unieron a los hombres para luchar por sus libertades y derechos en el plano legal y político. En 1791, Olimpia de Gouges escribió la Declaración de los derechos de la mujer y de la ciudadana y uno de los primeros escritos feministas donde se denunció que la revolución había olvidado a las mujeres en sus demandas de libertad, igualdad y derechos políticos, especialmente el derecho a la educación y al voto.
Al implantarse la República, las mujeres no fueron consideradas ciudadanas, sino algo así como unas “menores de edad” (debían ser representadas por sus padres, esposos o hijos). Ciertamente, la Revolución Francesa no benefició por igual a ambos géneros y la mujer en todos los continentes del planeta continuó en clara desventaja, hasta que se acercó el siglo XX...

La década de los años 60 estuvo llena de transformaciones sociales a nivel mundial: la liberación femenina, la revolución sexual, las protestas de los jóvenes  (y de hippies) contra el orden establecido, el materialismo,  la guerra y la lucha contra la discriminación racial.
En 1961, gracias a la aprobación de las píldoras anticonceptivas, la mujer se apropió del control sobre su cuerpo y su fertilidad: por primera vez pudo decidir sobre la maternidad. Con ello, la sexualidad se separó de la función reproductiva, y esto realzó el placer y erotismo del sexo en sí, consecuentemente se multiplicaban los contactos sexuales previos al matrimonio o al compromiso reproductivo, dicho de otro modo, la contracepción es la que permitió multiplicar los contactos sexuales sin el peaje del embarazo que hasta la década antes mencionada era la regla pero este desborde en la expresión sexual se produjo como consecuencia de liberar años y siglos de dura represión.

 La opresión empezó por la explotación, la objetualización y la represión (de eso  no nos quedan dudas). Tampoco nos quedan sospechas de que en la apropiación del deseo genera nuevas posibilidades de liberación… y las mujeres le  han dado mano suelta durante estos tiempos a su libertad sexual (que hasta hace poco solo los hombres eran los reyes y tenían el trono en cuestiones de satisfacción propia) y un aspecto que marca la liberación femenina es el juguete sexual, que se convierte en un personaje central en la cama o que puede ser usado en soledad. De alguna forma puede ser incorporado a la vida para salir de la rutina y puede ser un medio para obtener más satisfacción, de esta manera las mujeres pueden experimentar diferentes orgasmos de  intensidad variada según la relación íntima planteada.

Ahora se puede disfrutar del juego sexual y del cambio de roles que están habilitados siempre y cuando los cuerpos no generen vergüenza alguna. Por supuesto que el trayecto hacia el máximo placer incluye también la posibilidad de sentir que cada mujer puede y tiene permisos que no le van a generar culpas o displacer por librar sus deseos carnales.

Y hay otra cosa que también  se  perdido y es la timidez al momento de demostrar interés y avanzar en la conquista. La seducción es un arma doble que por un lado permite reconocer el objeto sexual a encarar y por otro permite acercar al candidato elegido. Se requiere de un talento especial para encontrar la manera de buscar o provocar como sea (sin sentir culpa)  y con todas las herramientas que hasta hace un tiempo fueron solo propiedad masculina. 

Desde mi punto de vista considero que esta posibilidad maravillosa de que la mujer se haya soltado, permite avanzar en un terreno que era muy conflictivo en las parejas. Muchas seguían por muchos años en un matrimonio sin sentir placer (o sin tener sexo). Hoy en día la mujer evalúa también que su cuerpo tiene un ciclo en el que la satisfacción es un reloj que tiene un tiempo predeterminado, por lo tanto lo quiere disfrutar a pleno y también ha dado paso a un creciente reconocimiento de que la mujer no se necesita “masculinizar” para poder acceder a todos sus derechos y a los roles que antes estaban ocupados por los hombres.


Tantos cambios abrió el  debate en torno al poder de lo erótico, actualmente se plantean críticas y alternativas a la monogamia, se empieza a cuestionar la heteronormatividad, el placer vaginal y el machismo, así como también abrió el camino a la aceptación de la homosexualidad…




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