Todo en esta vida tiene
una explicación y la violencia o agresividad del hombre está justificada genéticamente…
Todo lo relacionado al
gen de la agresividad comenzó hace dos décadas, cuando un grupo de mujeres
holandesas se propusieron encontrar una explicación para la conducta antisocial
de los hombres de su familia. Además de tener dificultades de aprendizaje,
estos hombres y niños fueron propensos a los estallidos de agresión y fueron
acumulando una lista de faltas graves, como incendios provocados, intento de
violación y asesinato. Sospechando que el comportamiento podría ser
hereditario, las mujeres se dirigieron al genetista Hans Brunner en el Hospital
Universitario en Nijmegen en Países Bajos. Finalmente, en 1993, se localizó al
culpable: una variante de un gen llamada Monoamina Oxidasa A, o MAOA, que se
encuentra en el cromosoma X. Era la primera vez que un gen se pudo vincular a
la agresión humana y para completar el
MAOA parecía ser responsable de una historia de violencia que provenía de cinco
generaciones atrás (¿la violencia es hereditaria?).
Dejare un poco la historia y les contare lo que hace ese gen MAOA: es en realidad un recolector de basura molecular. Codifica una proteína que rompe algunos de las moléculas de señalización del cerebro cuando han dejado de ser útiles, como serotonina, noradrenalina y dopamina. El gen se presenta y tiene variantes, que se distinguen principalmente por sus niveles de actividad. Debido a que se encuentra en el cromosoma X, las mujeres pueden tener dos formas diferentes, mientras que los hombres tienen una sola. La variante de baja actividad llamada MAOA-L, tiene la región promotora un poco más corta de lo normal (la región que controla la actividad del gen) y la otra variante común, MAOA-H es más activa y produce un mayor número de proteínas. el gen MAOA se encarga de metabolizar la dopamina y la serotonina, sustancia relacionada con las emociones fuertes tales como el amor y la violencia, pero en caso de acumularse dan lugar a una “pérdida del control de los impulsos”, que desemboca en rabia y agresividad.
La variante de MAOA
(MAOA-L) cuya absorción de dopamina es demasiado baja llamada "gen del
guerrero" (Yo le diría el gen del
maltratador) tiene como consecuencia una mayor atracción por las situaciones de
riesgo y un aumento significativo del comportamiento violento e impulsivo.
Este mismo gen produce un efecto totalmente contrario en las mujeres y según
en la universidad de Neuro-psicofarmacología y psiquiatría
biológica se demostró que las mujeres son genéticamente más felices que los
hombres al poseer mayor cantidad de MAOA y por consiguiente un estado de
bienestar prolongado.
Todo esto es lo que
dice la ciencia sobre la violencia en los hombres y la felicidad genética de las
mujeres, pero ahora habría que hacerse una pregunta: ¿es realmente aceptable perdonar
y justificar a un hombre porque sus genes lo llevaron a comportarse de forma
violenta? ¿Somos tan sumamente esclavos de nuestro genoma? Sin duda ésta es una
pregunta complicada que la ciencia no puede contestar. Al menos no en este
momento…
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