Hay amores que matan. Decentemente: El crimen pasional

Basándonos en la definición de la Real Academia Española, el adjetivo “pasional” se define de este modo: “De la pasión, especialmente amorosa, o relacionado con ella: fuerza pasional; crimen pasional. Lógicamente esta idea desde hace bastante tiempo ha sido desechada por organizaciones dedicadas a rescatar los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia. Particularmente considero que es un término que no lleva al desconcierto sino que disimula el verdadero problema que es el de la violencia de género y el mejor término para describir tan atroz suceso es crimen uxoricida o según sea su caso es un crimen feminicida.

El uxoricidio es el homicidio de la esposa por parte del esposo. Generalmente el uxoricidio tiene lugar en el contexto de la violencia doméstica ejercida contra la mujer, por lo que el machismo está estrechamente vinculado a la trayectoria que el uxoricidio ha seguido a lo largo de la historia. Muchos sociólogos piensan que el perfil del uxoricida respondería generalmente al de un hombre conservador y machista (pero no siempre es así), que no acepta la independencia femenina y que se opone al aumento de libertades para las mujeres.

Como se ve, muy frecuentemente los uxoricidios son feminicidios (para que haya feminicidio no basta con que se mate a una mujer: debe matársela por razones de género). Y es que, en la historia, el uxoricidio ha estado desde siglos atrás ligado al machismo, por lo que se ha manifestado en cosas como muertes por adulterio socialmente consentidas, que no solamente fueron algo del pasado lejano sino del pasado reciente, ejemplo de lo cual fue el régimen franquista (1936-1975) de España, puesto que el fascista caudillo permitía el “uxoricidio por causa de honor”.

Profundizando un poco en la relación entre uxoricidio y machismo, el estudioso Pitt Rivers señala que la idea de pureza sexual fue introducida en las sociedades occidentales por el Cristianismo, dando lugar a la llamada “cultura del honor”, cultura ésta en la cual una parte del honor del hombre se asienta en la pureza sexual o en la llamada “honestidad” de ciertas mujeres ligadas estrechamente a él, tales como la madre (de ahí el insulto de “hijo de puta”), la hermana, la hija y principalmente la pareja, más aún si se trata de la esposa (y no simplemente de la novia). Sabido es que actualmente las libertades femeninas han aumentado y, al menos en los países europeos y en ciertos países desarrollados, la “cultura del honor” ha perdido poder, pero no por ello ha desaparecido y, en opinión de Pitt Rivers, los mecanismos psicosociales subyacentes a la “cultura del honor” siguen muy presentes, por lo cual, una de las manifestaciones extremas que ésta puede tener dentro de lo que es la venganza del “honor” perdido, es el uxoricidio o feminicidio.


Viviendo en una sociedad tan patriarcal el tan famoso crimen pasional forma parte del día a día en todos los medios de comunicación a nivel nacional (Venezuela) y los familiares de más de 4000 muertes de mujeres continúan exigiendo que las autoridades judicialicen los casos debido a que las jurisdicciones competentes (mejor dijo incompetentes) no han prestado la atención debida a un problema tan grave y delicado, pero “Una justicia tardía no es justicia”.

Este artículo está inspirado en mi amigo Wladimir que se transformó en un monstruo y no me piensa dar una explicación de tan atroz suceso y que tristemente se convirtió en uno más de la estadística... En la triste matrícula que lucho día a día para que no se incremente más. 

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