Mujeres, negocios y política.



El mayor porcentaje de la población mundial nos corresponde a la mujeres, somos mayoría en el globo terráqueo. Aunque las estadísticas están reducidas en el estudio, en las empresas, en las instituciones educativas, en los sitios públicos, pero en el hogar somos mayoría con un alto porcentaje (ser "ama de casa" es el trabajo peor pagado del mundo ya que estas las 24/7 disponibles y en ocasiones sin obtener beneficios). Pero nuestra existencia no es en vano, debemos aprovechar al máximo nuestro rol fundamental en la sociedad y que nuestra existencia tenga sentido y propósito. Nosotras podemos ser madres, esposas, novias y aún así tener éxito en el mundo empresarial.

Según el último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la mujer en la gestión empresarial esta cobrando impulso. La mujer todavía debe superar obstáculos considerables para ocupar el cargo directivo máximo o integrar las juntas de administración de las empresas. Pese a los progresos que han realizado en el último decenio de activismo encaminado a romper el “techo de cristal” que les impide acceder a los cargos más altos (las mujeres seguimos excluidas de la adopción de las principales decisiones ejecutivas y económicas).

Este mismo informe indica que si bien es cierto que ha aumentado considerablemente el número de mujeres empresarias y en cargos directivos en los dos últimos decenios (20 años), no menos cierto es que todas las fuentes de datos y análisis apuntan a una constante escasez de mujeres en los puestos de máxima responsabilidad, en calidad de directoras generales o miembros de las juntas directivas. "El 30% de las empresas entrevistadas no había ninguna mujer en sus juntas directivas, mientras que el 65% del total de las empresas entrevistadas tenían menos un 30%. (El 30% suele considerarse la masa crítica necesaria para que las opiniones de las mujeres sean tenidas en cuenta.) mientras que tan solo un 13% de las empresas tenían juntas integradas por un número similar de hombres y mujeres, es decir del 40 al 60%".

En las regiones en desarrollo, la encuesta determinó que “el número de mujeres en cargos de directoras generales apenas superaba el 20%. La mayoría de las empresas entrevistadas eran medianas y grandes. Esto refleja que hay más mujeres en las empresas locales que pueden llegar a altos cargos en comparación con las más grandes que cotizan en la bolsa o en las Transnacionales ”.

Para la OIT, la situación no es mucho mejor en la política, en marzo de 2014 solo había 18 mujeres jefes de Estado, lo cual según un estudio de las Naciones Unidas, este representa solo el 5.9% de losadscritos a esta institución y el 7.8% en el mundo. También las

mujeres representan el 21,9% de todas las parlamentarias del mundo en abril de 2014. Cabe destacar que en Latinoamérica tenemos un alto porcentaje, de países como Argentina, Brasil, Costa Rica y Chile que tienen mujeres como Jefes de Estado. En el tema parlamentario, el 22.2 % del total son mujeres, en los países nórdicos el 42,1 % seguido de América del Norte con 25.2%.

Un punto importante para obtener este éxito es ser coherente. La primera coherencia es no competir con otras mujeres y la segunda, no competir con los hombres sino complementarnos. En ocasionesse cree que las mujeres maneja mejor su inteligencia emocional, pero no es así, ya que conocemos mejor este mundo tenemos más desarrollada la capacidad de entenderlo y comprenderlo tanto el de nosotras como el de los demás, y no es lo mismo. Las mujeres tenemos más desarrollado el oído y la vista, por lo que tenemos más percepción para una situación de negociación. Maryam Varela tiene un PhD en Inteligencia Emocional,y ella señala lo que para muchas mujeres es un secreto a veces y para otras un mundo por conocer. Se trata de los cuatro pilares para que una mujer sea y se sienta exitosa en su carrera empresarial. La primera es la autoconfianza, que crea en las cualidades que posee; autoconocimiento de sus puntos fuertes y débiles; autocontrol, es decir la capacidad de moderar sus reacciones emocionales y autoliderazgo, que es el arte de ser uno misma, sentirse segura y no tener la necesidad de representar ningún rol. Las mujeres tenemos un estilo de dirigir práctico, participativo y directo, que favorece la colaboración entre el líder y el subordinado. Esto es crucial para que una empresa tenga éxito. la creatividad, la capacidad para empatizar, la organización y la perseverancia son cualidades que nos caracterizan y que aplicadas al mundo empresarial permiten obtener resultados altamente productivos. En una entrevistas a 162 ejecutivas de empresas del sector privado en 17 países de Latinoamérica, se evidenció que las mujeres, trabajan tanto como los hombres, con un estilo de liderazgo participativo y efectivo, combinando el trabajo con la ambición de ascender. Enfatizan la comunicación de una visión y la orientación a los resultados mediante el desarrollo de equipos de trabajo.

El llamado “techo de cristal”, que excluye a las mujeres acceder a los altos cargos ejecutivos, sigue “intacto” y el talento femenino está “subutilizado”. No obstante, está ampliamente demostrado los beneficios que supone para las empresas el aprovechamiento del acervo de competencias que representa la mujer, en particular el hecho de estar en sintonía con un mercado de consumo orientado cada vez más por mujeres, sacar provecho de la innovación y la creatividad propios de la diversidad de género, mejorar la gestión empresarial y, por ende, los resultados de las empresas.


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