Hembrismo la otra cara del feminismo

Hembrismo es un neologismo en español usado para referirse a la misandria o desprecio a los hombres que supuestamente practican algunas mujeres que se describen a sí mismas como feministas.1 El término se ha ido popularizando y ha sido definido como autoritarismo contra los varones,2 sesgos de género que perjudican a los varones en acciones u opiniones,3 o al uso interesado que supuestamente haría cierto sector del feminismo contemporáneo de la respetabilidad política ganada por el feminismo antiguo identificado con la igualdad de derechos, para adelantar un ideario represivo contra los hombres, el último y más interesante 4 La palabra ha sido construida en analogía a la palabra machismo.

Mientras algunos identifican al hembrismo como una tendencia de victimismo femenino institucionalizado en el Estado y cultura contemporánea, que se asocia al ascenso de la perspectiva de género y al feminismo radical, y que difunde la idea de que el varón es privilegiado y domina todas las esferas sociales para de este modo justificar que este sea “discriminado por el creciente poder del feminismo institucional” o “dictadura del feminismo institucional de género”

Hablemos un poco de historia, en la mitología griega una gorgona era un despiadado monstruo femenino. Su poder era tan grande que cualquiera que intentase mirarla quedaba petrificado. Las gorgonas son a veces representadas con alas de oro, garras de bronce y
colmillos de jabalí. Llevaba un cinturón de serpientes entrelazadas como una hebilla y confrontadas entre sí. La única manera de matarla era cortándole la cabeza

¿Espeluznante, no? Pues la misma sensación genera en las personas el mito moderno asociado al desarrollo del feminismo: La hembrista. Siendo un mito “comme il faut” nunca nadie la ha visto, pero todos y todas le tienen terror. Es la suma de todos los miedos del patriarcado y de las mismas mujeres a otras.

Sin embargo, si analizamos la cuestión en estricto rigor, ni la hembrista (ni la feminista radical, ni la feminazi) existe como ser diabólico que deambula por ahí tratando de petrificar hombres con la mirada o exterminarlos en cámaras de gas. Son leyendas urbanas pertenecientes a la mitología patriarcal, rebozada en el caldo de la ignorancia supina.

¿Para qué analizar este concepto de hembrismo? Porque a las mujeres nos han educado históricamente para desconfiar de nuestro propio poder y descalificar el poder de las otras mujeres y para confrontarnos por la aprobación masculina. El hembrismo es un invento machista para que las mujeres rechacemos la emancipación de otras, cuando ellas no complacen al patriarcado. Nos hace creer que es malo rebelarse ante la discriminación de género y que existen mujeres rebeldes buenas y malas, de acuerdo al grado de aprobación que el sistema les concede.

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