El miedo al feminismo entre las mujeres

por Lisa Maria Hogeland (extractos)

"Para entender lo que las mujeres temen del feminismo es útil trazar una distinción entre conciencia de género y conciencia feminista.

La conciencia de género toma dos formas: conciencia de la vulnerabilidad de las mujeres y celebración de la diferencia de las mujeres ... Consciencia de género es una condición previa para la conciencia feminista, pero no son lo misma. La diferencia se encuentra en la conexión entre género y política. Feminismo politiza la conciencia de género, la inserta en un análisis sistemático de historias y estructuras de dominación y privilegio. El feminismo hace preguntas - preguntas difíciles y complejas, a menudo con respuestas contradictorias y confusas - sobre cómo la conciencia de género puede ser usada tanto en pro y contra las mujeres, como vulnerabilidad y diferencia ayudan e impiden la autodeterminación y libertad de las mujeres. Miedo del feminismo, entonces, no es un miedo de género, pero es ciertamente un miedo a la política. Miedo de política puede ser entendido como un miedo a vivir las consecuencias, un miedo a las represalias.

El miedo a las represalias políticas es muy realista. Hay intereses poderosos opuestos al feminismo - vamos a aclarar al respecto. No es de los intereses de la supremacía blanca que las mujeres blancas insistan en los derechos de aborto o que las mujeres racializadas busquen darle fin a la esterilización involuntaria, que todas las mujeres insistan en la autodeterminación reproductiva. No es del interés del capitalismo que las mujeres demanden derechos económicos o igual valor de su trabajo.

No es de los intereses de muchos individuos hombres o muchas instituciones que las mujeres demanden autonomía sexual, a no ser explotada. Qué sería de nuestra cultura de masa si no vendiera cuerpos de mujeres o pornografía? No es de los intereses del patriarcado heterosexista que las mujeres desafíen comprensiones de eventos titulados HOMBRE MATA A SU FAMILIA POR AMOR, que las mujeres desafíen la noción de violencia de los hombres contra mujeres y niños como derivada del "amor" más propiamente que poder. No es de los intereses de cualquiera de los sistemas de dominación que veamos cómo funcionan estos sistemas dedominación masculina, supremacía de raza y clase, como sistemas de permiso para el ejercicio de poder tanto individual como institucional, más propiamente que meramente patologías individuales. No es de los intereses del patriarcado blanco supremacista capitalista que las mujeres busquen la lesbianidad. Aliarse desde la diferencias es un trabajo difícil, y es a menudo impedido por la homofobia.


La insistencia feminista que lo personal es político puede dar la impresión de amenazar antes de empoderar al yo frágil, emergente de una chica conforme que se está desarrollando en un ser sexual y relacional. Las mujeres jóvenes pueden creer que una identidad feminista las va a colocar fuera del alcance de muchos hombres y limitar las opciones de quién pueden llegar a ser. 
(...)
Las mujeres de todas las edades temen la situación existencial del feminismo, lo que hemos aprendido de Simone de Beauvoir, lo que hemos aprendido de las feministas radicales en los años 1970, lo que hemos aprendido de las mujeres feministas negras en los años 80s: el feminismo tiene consecuencias.



Las mujeres temen tomar una posición pública, entrar en el discurso público, demandar y tal vez ganar la atención. ¿Y para qué? Para ser llamada una "feminazi"? Para ser denunciadas como traidoras de la "naturaleza esencial" de las mujeres?

El desafío a la división público-privada que el feminismo representa es profundamente amenazadora para las mujeres jóvenes que sólo desean ser dejadas en paz, para todas las mujeres que creen que pueden ocultarse de asuntos feministas por no ser feministas.

Las mujeres que temen al feminismo temen vivir las consecuencias. Pensar más severamente, actuar más cuidadosamente; el feminismo requiere que usted entre en un mundo supersaturado con significado, con implicaciones. Y para las mujeres privilegiadas en particular, la noción que el privilegio de alguien viene a costa de otro alguien - que mi privilegio es su opresión - es profundamente amenazadora.

Miedo del feminismo es también miedo a la complejidad, el miedo a pensar, el miedo a las ideas - vivimos, al final, en una cultura profundamente anti-intelectual. El feminismo es uno de los pocos movimientos que produce intelectuales no académicos - lectoras, escritoras, pensadoras, y teoristas fuera de la academia, que combinan y refinan su conocimiento con su práctica. ¿Qué otro movimiento se aloja tan sustancialmente en las librerías?

El feminismo es trabajo - tan ciertamente trabajo intelectual como él es trabajo activista - y puede ser muy fácil para las mujeres que han sido feministas por mucho tiempo olvidar cuán difícil fue reflexionar sobre algunas cuestiones, elaborar conclusiones, cuántas lecturas, conversaciones y trabajo significaron.

El feminismo requiere una expansión del yo - una expansión de empatía, interés, inteligencia, y responsabilidad a través de las diferencias, historias, culturas, etnicidades, identidades sexuales, othernesses (diversidades).

Las mujeres tienen razones reales para temer al feminismo, y no hacemos ningún servicio a las mujeres jóvenes si sugerimos para ellas que el feminismo propiamente dicho es seguro. No lo es. Posicionarse en oposición a su cultura, ser crítica las instituciones, comportamientos, discursos - cuando claramente NO es de su interés inmediato asumir esta posición - requiere mucho de una persona joven, de cualquier persona."

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