El contacto afectivo es
una necesidad biológica para los bebés de todas las especies de mamíferos, tan
necesario para su salud y supervivencia como es el aire y el alimento. Los
vínculos afectivos siguen siendo importantes en nuestra edad adulta e influyen
en el bienestar emocional y en el equilibrio fisiológico de cada unx.
Después de sobrevivir a la violencia domestica me cubrí de autonomía e
independencia y aunque estos valores me han llevado
a niveles de libertad individual desconocidos, corrí el riesgo de que mi
vida solo se limitara a la supervivencia y a mi desarrollo personal. Cuando me
integre a una relaciona afectiva haciéndome sentir que tengo un papel y que
hago algo útil por los demás le dio un nuevo sentido a mi vida. No es un
secreto para mis lectores que desde hace unos meses atrás le estaba dedicando
estados de amor en todas mis redes sociales
a una persona que decidió formar parte de mi vida (se convirtió en mi
caballero de armadura plateada), un guerrero que se atrevió a destruir un
pasado bastante tormentoso y a demostrarme que en la vida también ocurren cosas
bonitas…
“Sin darme cuenta” en
el párrafo anterior caí en el mito del amor romántico que es un concepto
fundamental en las relaciones amorosas y en nuestro imaginario colectivo. En
este ideal romántico el hombre siempre se muestra como el más fuerte, el que manda,
salva y te amara como nadie. En cambio La mujer se ocupa más de dar cariño, ser
comprensiva, realizar las tareas de cuidado, apoyar, perdonar y ser sumisa (y
sin olvidar el trabajo reproductivo). Este concepto de amor, muy a menudo, se
muestra en el trasfondo de las malas relaciones amorosas (o relaciones violentas).
Existen investigaciones
científicas que revelan que la salud puede mejorar o empeorar de manera
progresiva según el estado de la relación amorosa y cuando la relación empieza
a tambalear y la desconfianza rodea el amor es donde se inicia el desmoronamiento
del bienestar físico. Cuando conocí a mi ex novio yo no tenía ni la más mínima
intención de crear vínculos afectivos pero fueron tantas conversaciones y
“descubrir que teníamos mucho en común” lo que provoco aquel estallido de
hormonas (oxitocina, melatonina, endorfinas, estrógenos, norepinefrina, etc).
¡Nos enamoramos! (¿o será que me “enamore” sola?) Mientras el amor estaba a
flor de piel efectivamente mi salud estaba maravillosamente bien pero nada
podía ser para siempre…
Hay personas que viven
la relación con otros como si fuese una amenaza, debido a que en el pasado
experimentaron alguna situación difícil de traición y han perdido la confianza
en los demás y prefieren traicionar primero, antes de ser traicionados (como es
el caso de mi ex novio). Comencemos por aceptar que somos vulnerables y que
necesitamos aprender a relacionarnos con la posibilidad de que otros nos puedan
fallar, pero que también podremos encontrar personas con las cuales construir
relaciones saludables.
Es necesario el amor
propio y tener buena autoestima para no
aguantar situaciones y conductas que nos hacen daño. Por eso te
recomiendo que:
- · Si te equivocas, no seas durx contigo mismx, es normal cometer errores.
- · No te culpes de los errores de tu (ex) pareja, aunque te digan que ha sido por tu culpa.
- · Aprecia las cosas positivas que tienes, aunque sólo te critiquen y te dejen solx.
- · Dale importancia a las cosas que te gustan, aunque no le gusten a tu (ex) pareja.
- · Haz siempre lo que creas que es mejor para ti, aunque tu (ex) pareja no esté de acuerdo.
- · Recuerda, ¡tú eres quien decide qué necesitas y deseas en una relación, el amor no es sinónimo de aguantar!
Por el hecho de que ya no estoy con él no quiere decir que me
desenamore deseando con fuerzas desenamorarme, debido a que
el mecanismo no funciona de este modo, pero sí es posible racionalizar el
sentimiento, enfriarlo un poco e intentar tenerlo bajo control. Con
entrenamiento y algo de estoicismo podemos conseguir que la emoción no apabulle
a la razón. Algunas separaciones
funcionan como una cura por desintoxicación (como es mi caso); lo que más duele
es el síndrome de abstinencia: la cumbre donde la máxima necesidad se enfrenta
a la máxima carencia. Pero a partir de allí, una vez superado el clímax de
la angustia, el organismo empieza recuperarse poco a poco.
Si no se vives
en paz en pareja entonces amar no es suficiente... Y esa es la razón por la cual
esta separación decidí notificarla al
público en general y hacer una “fiesta de celebración” por regresar a la
soltería y recuperar mi bienestar emocional.
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