Paradójico a lo que suele pensarse, el
feminicidio no es un problema que compete solo a los países subdesarrollados. Por
desdicha es un fenómeno que ocurre en todo el mundo y particularmente en
aquellas sociedades arraigadas a culturas patriarcales en las que las mujeres
son tratadas como simples objetos, transformándolas en seres utilizables,
fácilmente reemplazables y ¿por qué no?, desechables...
Realmente el feminicidio, la tortura y la violencia
sexual contra las mujeres forman una realidad recurrente en muchos territorios
del mundo y una flagrante violación de sus derechos humanos.
Aunque cuando se habla de feminicidio, las
primeras referencias que se vienen a nuestra mente son las de Ciudad Juárez en México
y en otros países de Latinoamérica como Colombia,
Guatemala, Perú, El Salvador y Honduras;
Aunque en países como Afganistán, Congo, Burundi y Timor Oriental, el crimen
social y el machismo se pactan de forma lúgubre contra las mujeres.
Miles de
mujeres son asesinadas en América Latina simplemente por ser mujer. Los
feminicidios en la región han crecido en los últimos años y más del 90% de los
casos permanecen impunes.
Aunque
muchos de los Gobiernos de Latinoamérica impulsan leyes para evitar la
violencia de género (Como la ley orgánica de los derechos de las mujeres a una
vida libre de violencia en Venezuela), las acciones son insuficientes. A esto
se suma la falta de estadísticas oficiales: los feminicidios se contabilizan de
manera desigual y los procesos judiciales suelen ser muy lentos.
En mi país Venezuela reiteradamente se ha
denunciado la desaparición y hasta la falsificación de datos estadísticos que pudiesen indicar hechos
que el poder autoritario pretende decir que son inexistentes en el país. Tanto
así que lo señalado en el último reporte realizado apenas puede indicar cifras muy inferiores a
las extraoficiales para el año 2016 y hasta febrero de 2017.
No hay que olvidar que la violencia machista
se agrava cuando el país atraviesa una “situación de conflicto” y la violencia
sexual se utiliza como parte de la estrategia de guerra: ya sea por motivos
religiosos, legales, culturales o políticos, miles de mujeres son asesinadas anualmente
en todo el mundo. Un ejemplo claro es en El Salvador donde en la última década
ha aumentado exponencialmente el número de feminicidios debido a la multiplicación
de las maras que consienten el asesinato de mujeres como rito de iniciación
para corresponder a las pandillas.
Otro ejemplo es Honduras, tras el golpe de
estado del 2009, la violencia política y social se incrementó considerablemente
y ello dio origen a una creciente escalada de feminicidios (como los asesinatos
de muchas activistas feministas y pro derechos humanos). Según datos de la
Fiscalía de la Mujer, tan solo en el primer trimestre del año 2010 se
reportaron 62 muertes violentas de mujeres (los asesinatos de mujeres triplicaron
al aumento de homicidios masculinos durante el mismo año).
Según cifras más actuales en Perú
en el 2017 se registraron 134 feminicidios y 17182 denuncias de violación
sexual en los tres primeros trimestres, eso quiere decir, que
aproximadamente son tres mujeres
violadas cada hora, según un informe del Observatorio de la Criminalidad
de la Fiscalía peruana. Estadísticamente tres de cada cuatro mujeres que
denunciaron haber sido violadas eran menores de edad, y de ellas, el 60 % eran
adolescentes de entre 13 y 17 años y en más de la mitad de los casos, los
agresores fueron hombres jóvenes, pues tenían una edad comprendida entre los 18
y 34 años, que
equivale al 53 %. El 78 % de las victimas
afirmó conocer a su atacante por vínculos familiares o sentimentales y el 60 %
reportó que la violación se originó dentro del hogar. El documento indicó además que 1023 mujeres
fueron asesinadas en Perú entre enero de 2009 y octubre de 2017, de las que 923
murieron a manos de sus parejas o familiares.
Otra data
más reciente releva en Argentina los 251 casos de feminicidios. En el
2017, se registraron 22 casos de feminicidio vinculado, en total la violencia
de género de ese año arrojó una cifra de 273 víctimas.
En el continente europeo específicamente en España se han registrado 63 feminicidios y
otros asesinatos de mujeres en el 2018. Los casos están clasificados por
tipología y La última actualización es del 29 de agosto con la incorporación al
listado de la mujer asesinada a golpes por su marido el 25 de agosto.
Estos alarmantes crímenes esconden su existente magnitud bajo las faltas de
denuncia que no hacen las mujeres ya sea por temor, vergüenza, o culpa de las cuales
terminan sobreviviendo y en ocasiones hasta llegan a morir... Es fundamental destrozar
los dogmas culturales y sociales que normalizan el maltrato cotidiano hacia las
mujeres a través de la sensibilización a las personas sobre esta realidad y la
atención a aspectos como la violencia, el acoso sexual. Así como la
erradicación de contenidos sexistas en los medios de comunicación, entre otros
aspectos; pues todos estos son hechos que perpetuán la violencia contra las
mujeres y es lo que desencadena el feminicidio.
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