Aunque sabemos que la
ley nos protege ante cualquier maltrato quedamos expuestas al más importante y
el que nos coloca las cadenas invisibles y por si fuera poco el que deja
cicatrices imborrables… el tan famoso maltrato psicológico. En oportunidades
anteriores hable sobre el mal que causa ese tan famoso y común maltrato
psicológico en una mujer y lo complicado
que es salir de ese ciclo de violencia, pero nada es imposible y soy una
muestra de que por más difícil que sea la situación al final del túnel siempre
está la salida.
La mayoría de las
mujeres ha encontrado el respaldo de su familia cuando se ha decidido a
presentar una denuncia, pero aún una de cada cinco mujeres no ha podido contar
con él, porque su familia le ha
llegado a recriminar su actitud (9,2%), no han querido o no se han
atrevido a contar a su familia que sufren maltrato (7,8%) o incluso esta le ha
recomendado que diera otra oportunidad a su agresor (3,6%), según refleja una
macroencuesta sobre la violencia de género realizada en 2011.
Puede ser tu caso, el
de una familiar o el de una amiga, lo importante es saber qué hacer, a dónde ir
y a quién acudir para denunciar la violencia contra la mujer. Es una situación
bastante delicada para la mujer que está pasando por ese momento pero debemos
apoyarla y que se mantenga firme “Si la víctima no está fuerte
psicológicamente, no se va a atrever a dar ese paso. Muchas dan el paso de
poner la denuncia y luego la quitan porque sus energías son limitadas”. Y las
estadísticas confirman este argumento: en el segundo trimestre de 2013, el 12,58% de las mujeres retiraron la denuncia contra su agresor.
Todo esto desemboca en
la importancia de una sensibilización a todas las personas que se vean
afectadas por maltrato tanto la víctima como sus familiares. No hace falta decirle a la víctima que
sabemos qué le está pasando. Estando ahí con ella puede llegar el momento de
que salga la verdad y de que confirme lo que eran sospechas y, a partir de ahí
buscar ayuda. ES NECESARIO ROMPER EL SILENCIO, NO PERMITAS QUE TE AGREDAN, SOMOS
MUJERES Y TENEMOS DERECHO A UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA.
YO DIGO ¡No
Más!
¿Y TÚ?
Comentarios
Publicar un comentario